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Arte en las calles de mi barrio.

Me encanta el barrio donde vivo en Montreal, no me canso de repetirlo, es residencial a un paso del famoso Canal de Lachine, con sus carriles de bici bordeando el río San Lorenzo y rodeado de inmensos parques.


Hoy os quiero enseñar otro rinconcito, que sorprendentemente y después de casi 4 años viviendo aquí, descubrí hace sólo unos días: la calle Notre-Dame.


Es una zona de la ciudad que está reconvirtiéndose. Fué un hito en los años 80-90 y una arteria muy transitada, con mucha vida comercial, turística y de ocio.

Hoy desafortunadamente, tras la apertura de grandes centros comerciales más cercanos a la zona más poblada y al aislamiento de esta calle, debido en parte a las vías del tren, que separan en dos la ciudad, ha perdido su encanto y muchos de los comercios en los últimos años han cerrado, y los carteles de "se vende" o "traspasa" se anuncian en numerosos locales.


Sin embargo y gracias a muchos proyectos que el ayuntamiento está patrocinando y a la iniciativa de varios artistas, Notre-Dame está empezando a resurgir y quizás un día la veamos otra vez convertida en una calle dinámica y llena de modernos locales de ocio y restaurantes.


Uno de estos proyectos es el de los artistas Simon Bachand y Jasmin Guérard-Alie que inspirados por antiguas fotos encontradas en los archivos de la Société d’Histoire de Lachine, dibujaron unos preciosos y originales murales en varios edificios de la calle Notre-Dame, uniendo de alguna forma los recuerdos históricos de esta ciudad con el presente.


Con estas preciosas obras de arte, se ha dado un primer paso para rejuvenecer esta calle y hacerla resurgir del olvido, atrayendo nuevos negocios, como la tienda ouistitine (que ya os presenté en otra de mis entradas).


Lachine tiene un gran potencial con sus espectaculares vistas al río San Lorenzo, su viejo canal, su puerto y preciosos parques y con todos estos recursos, atrae ya a habitantes de todas las partes de Montreal, tanto a los que vienen a pasear y hacer un picnic tranquilo al lado del río, como a los que quieren disfrutar de una cena en una de las terrazas de los numerosos restaurantes abiertos en la calle Saint-Joseph, paralela a Notre-Dame.

 

Os invito a recorrer en bici el canal de Lachine y venir a conocer la calle Notre-Dame para descubrir estos espectaculares murales y ayudarnos a reconvertirla en una calle transitada y llena de vida y que sea así una dirección de referencia para los residentes de montreal.

 


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